Probar algo que ponga en duda tus ideas preestablecidas en cuanto a alimentos deliciosos es increíble. Hay momentos en los que comer debería dejar de ser un mero acto de supervivencia para ser una experiencia que deleite tus 5 sentidos.
La variedad de clima y paisajes en la isla también refleja su rica gastronomía. Se trata de una cocina sencilla pero deliciosa, que se elabora con los productos de la tierra. Abundan las frutas tropicales, las verduras, el pescado fresco, las papas y la carne. Es obligatorio probar las papas con la salsa canaria internacional, el mojo de pimienta palmera y cilantro.
Otro de los mejores platos es el puchero canario, este es un caldo que se elabora con diferentes carnes y verduras que se considera uno de los más nutritivos y sanos de la cocina española.
El gofio es de procedencia aborigen, producto que ha sido elaborado con cereales molidos y tostados que los canarios comen en casi todas sus recetas, desde leche, frutas, lentejas o el puchero. El visitante encontrara servido su plato en una antigua caja metálica de galletas, y esto será señal de que está comiendo en un lugar de comida casera autentica. Este producto es rico en zinc, hierro y magnesio además de dar un gran aporte de energía.
El queso de cabra es de las entradas típicas en la isla, oreados o frescos, los quesos se caracterizan por su aroma especial y su masa tierna, que anuncia sabores salados y ácidos anunciando su limpieza. Varios quesos de la isla se han premiado a nivel internacional.
La parte dulce la aporta la miel, un alimento de lo más especial y natural. En la isla hay algunas variedades que resultan únicas en el mundo, porque se elaboran con especies endémicas tanto de flores como de abejas. Una de las mejores y únicas es la miel de retama del Teide.
Uno de los productos más conocidos del archipiélago es el plátano de Canarias. Es el único en el mundo reconocido como Indicación Geográfica Protegida, que garantiza su excelente calidad y singularidad. Su alto valor nutricional y su dulce sabor lo convierten en una fruta preferida por nutricionistas y deportistas. Se cultiva de forma tradicional en pequeñas plantaciones. Se suele consumir fresco pero también se encuentra en ingredientes de batido como helados, frito, en brocheta, entero o en rodajas.
La variedad y riqueza del vino que se produce en Tenerife, desde hace algunos siglos acompaña en cualquier tipo de ocasión y a cualquiera de las delicias gastronómicas de la isla.
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