No se sabe con exactitud de donde proviene el origen del carnaval de Tenerife, algunos historiadores afirman que la palabra carnaval viene de carnelevarium una palabra latina que significa prohibición de la religión ante el consumo de carne durante el periodo cuaresmal, pero otros historiadores lo deducen como carrus navalis que significa barco sobre ruedas cuyo sacerdote del Dios Baco dirigía en el transcurso de las bacanales romanas.
Pero ambas partes lo definen como una fiesta de celebración pagana que viene antes del cristianismo y que siguieron filtrándose aún ya adoptada la religión por los pueblos y sobreviviendo de esta manera hasta nuestros días, derivando en una fiesta donde expresa libertad, alegría y desenfreno total.
Existen registros de que en la primera década del siglo XX se incrementa la llegada de turistas especialmente atraídos por el carnaval y esta gran demanda hace que cada vez más sea más grande la celebración orillando así a la creación oficial en 1925 del primer programa de las fiestas de Carnaval por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
Es en este tiempo también cuando surgen los grupos de rondallas, comparsas, murgas, estudiantinas; la calidad de los disfraces, máscaras y diseños en general toman una evolución mejorando su calidad y de ahí la idea que derivó en la creación de concursos.
Durante la guerra civil española se hace una pausa en estas festividades para retomarse en 1961, para luego ser declarada en 1967 como la fiesta de mayor interés turístico en la nación; para después en 1980 declararse fiestas de interés turístico a nivel internacional. Y deslindado de toda religión y convirtiéndose hasta nuestros días como el segundo carnaval más popular a nivel internacional, nada más y nada menos que después del carnaval de Rio de Janeiro en Brasil.
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