Tenerife tiene muchos encantos, pero sus playas son imprescindibles y su encanto atrae a todos sin distinción. Hay para todos los gustos y actividades suficientes costas; y éstas son las más destacadas:
– Playa de Benijo: Un lugar con una vista panorámica única y especial. El paisaje natural con sus peñascos y el horizonte del mar dan una vista espectacular, combinado con sus atardeceres y la resaca del mar. Es también una playa concurrida por nudistas; hay que tener cuidado con el oleaje, la marea es fuerte.
– Playa de Almáciga: El mar salvaje la hace idónea para practicar el surf en sus variantes más extremas. Asimismo, puede resultar peligroso ya que la marea se mantiene intensa todo el año. Hay escuelas de surf en la misma costa y no es tan bulliciosa.
– Playa de Ajabo: Su marea baja, su buena cantidad de quiscos, vestidores, restaurantes y bares, la hacen la mejor opción para aquellos que buscan tranquilidad, al igual que para el ambiente familiar.
– Playa de la Tejita: Es espacio natural protegido ideal para practicar surf en todas sus variantes, y también un lugar para disfrutar del paisaje por su vista inigualable. Al ser declarada zona protegida, no se puede acceder directamente en auto, por lo que hay caminos que se dirigen a la playa desde los estacionamientos cercanos. Es también una opción muy conocida para practicar el nudismo.
– Playa de las Vistas: La playa para todo el público. El oleaje bajo y los diques de contención hacen de su costa perfecta para niños, personas de tercera edad y minusválidos. Su cercanía con otras playas la conecta con otros flujos de visitantes y resulta fácil que una multitud se agolpe en cierto tiempo. Hacia el mar se halla una isla artificial que utiliza el agua del mar para propulsarla hacia arriba, una fuente de agua marina que luce espectacular.
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