La isla contiene una gran variedad de charcos acumulados o piscinas naturales por la actividad volcánica y humana, agua salada y cálida que ayuda a los bañistas a relajarse y disfrutar de la riqueza natural. No se pierdan una oportunidad así y ven las opciones que hay para todos:
– Charco de Isla Cangrejo: Ubicada en la costa de Santiago de Teide, es una piscina natural resguardada con muros de hormigón. Una opción maravillosa para pasarla en familia, contemplar los atardeceres y las olas chocando contra los peñascos.
– Bajamar: Dos piscinas grandes y una pequeña para los niños, y un dique entre la piscina y el mar, es otra opción para relajarse en estas vacaciones. El lugar ofrece condiciones espectaculares como bandera azul en calidad del agua, restaurantes, salvavidas, restaurantes y otras. También las personas de tercera edad y discapacitados pueden disfrutar del agua apacible.
– Charco Los Chochos: Los rastros de la actividad volcánica han hecho que la roca encierre un charco de dos metros de profundidad, un lugar más tranquilo y con un mayor paisaje natural. El charco es apto para los más pequeños y desde su panorámica se pueden observar los Acantilados de la Culata.
– Charco del Viento: Las erupciones de antaño encerraron en dos columnas de piedra una singular bahía de agua cristalina. La gente acude ahí por la belleza del lugar y el aspecto muy particular de éste. También es un sitio ideal para practicar la pesca y deportes como snorkel.
– Charco de La Araña: Una bahía con la mayor interacción con la naturaleza que pueda existir. La playa rocosa se descubre con la marea baja, y cuando el oleaje asciende todo rastro apto para los bañistas desaparece. El agua cristalina invita a realizar deportes o a nadar en el agua limpia. Los complejos turísticos quedan cerca, por lo que llegar a ellos es fácil.
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